Oración a la llaga adorable del Corazón de Jesús

¡Oh Jesús!, tan amante, tan amable y tan poco amado, me humillo suplicante al pie de la Cruz, para ofrecer a Vuestro divino Corazón, abierto por la lanza y consumido por el amor, el homenaje de mi respeto, de mis adoraciones, y de toda mi ternura.

Dignaos, Dueño bondadoso, hacerme cada día más constante y más fiel; yo os pido esta misma gracia para todos los que se encomiendan a mis oraciones, por el Corazón dulcísimo e inmaculado de vuestra Madre, que lo es también nuestra, María Santísima.

Amén.